¿Cómo le llega el tiempo a una idea?

A lo largo de mi vida me han bombardeado” las ideas, muchas veces utópicas, soy una soñadora. Irónicamente, escogí una carrera profesional entre las ciencias exactas, lo cual exigió de mí hasta cierto punto podar el lado soñador de mi personalidad. He intentado sobresalir en ese mundo cuadriculado, dando siempre lo mejor de mí; pero por más que lo intento no consigo adaptarme al exceso de competitividad y pesimismo. A decir verdad, no me interesa competir y soy una entusiasta optimista.

Mi proceso de crecimiento espiritual me ha permitido madurar al punto de hoy comprender que las ideas no me pertenecen, están en el aire en una dimensión diferente a la tercera, dispuestas para ser captadas por mentes sintonizadas en la misma frecuencia vibratoria. Varios seres humanos están en todo momento vibrando en frecuencias que los conectan entre sí a través de ideas que deben materializarse, utopías listas para ser realizadas. Esto lo he podido verificar algunas veces. Por ejemplo, cuando escribiendo un artículo sobre un tema específico encontré otro que propone la misma hipótesis; o cuando pensando en alguien, esa persona entró en contacto conmigo; o cuando he soñado con el embarazo de alguna amiga que no veo hace tiempo y de repente me avisa que lo está; o cuando pienso en una idea de proyecto y me encuentro con alguien que ya lo está realizando.

Mi proceso de crecimiento espiritual me ha permitido madurar al punto de hoy comprender que las ideas no me pertenecen.

Hay ideas y utopías de todos los tamaños. Hay pequeñitas, del tamaño de una pulga, otras del tamaño de una persona, familia, barrio o ciudad. Pero hay otras gigantes capaces de darle un giro a la historia de civilizaciones enteras. Todas ellas tienen algo en común: comienzan como un sueño, encuentran un canal y se materializan para generar saltos cuánticos en las vidas de las personas. Las mentes que se conectan son de los seres que han sido preparados para realizarlo…muchas veces atravesando dolorosos procesos de transformación y sufrimiento profundo.

Los soñadores nunca están solos, la vida se encarga de juntarlos, puesto que se necesitan mutuamente para materializar las utopías que, al final, son el motor del mundo.

Comprendo que la humanidad está atravesando por un punto de quiebre en su historia, el momento en que le ha llegado el tiempo a las ideas que nos ayudarán a transformarnos en una civilización colaborativa y leal; una humanidad compuesta por seres capaces de asumir sus propios resultados, de mantener en su interior una paz inalterable, de servir incondicionalmente y de ser felices por sí mismos. Estamos en la transición de una humanidad basada en el ego a otra capaz de amar, esto es, capaz de aceptar, asumir, actuar, agradecer, valorar, respetar y adaptarse. Una sociedad amorosa, comprendiendo que el amor no se siente, se crea al aplicar esos siete verbos sobre nuestra relación con el universo, con las otras personas y sobre nosotros mismos.

Así le ha llegado el tiempo al proyecto ConAxión. Sus idealizadoras fuimos preparadas y convocadas, como muchos otros seres humanos, a poner al servicio de la humanidad nuestros talentos, virtudes y valores, aportando nuestra contribución de amor al propósito mayor en este momento de transición planetaria. Amparito y yo nos hicimos correspondientes y la vida cruzó nuestros caminos durante la primera y quizás más dura fase de la pandemia del Covid-19. En marzo de 2020, Amparito estaba en Abu Dhabi y yo en Madrid. Teníamos varias cosas en común: la misma edad, los mismos anhelos espirituales, la misma patria, ella una vida en Estados Unidos dejada para atrás para realizar un sueño; yo, una vida en el Brasil dejada para atrás para reencontrar mis raíces; cada una con un dolor a ser sanado; las dos saltamos al vacío, desplegamos alas y encontramos en la misma fuente aquello que nuestra alma estaba buscando: respuestas a las preguntas fundamentales del ser humano a través del legado de Gerardo Schmedling Torres y la Escuela de Magia del Amor.

Nosotras nos hemos hecho correspondientes con esta información de sabiduría. Nuestros resultados nos muestran que estamos trascendiendo el destino y que le ha llegado el tiempo a las ideas que componen nuestra misión. La humanidad requiere de obreros, seres que cuando dormidos destruyen sin saber lo que están haciendo, que el sufrimiento causado por la destrucción los instiga a despertar y que cuando despiertos trabajen juntos por la reconstrucción. Este es un llamado, atrévase a materializar sus sueños de un mundo mejor, comenzando por la reconstrucción de sí mismo; a dar ese salto al vacío. Todos tenemos una función y una misión que nos conecta con otros seres humanos, descubra las suyas y póngase manos a la obra, hay mucho por hacer y no hay tiempo para perder. Este blog le proporcionará incentivos para soñar sin límites y herramientas para preparar su plan de acción.

Soy (o mejor, estoy) Viviana, un ser amoroso que, después de mucho sufrimiento, asumió el reto de comprender y respetar las limitaciones de los demás y de trascender las propias. Estoy dispuesta a ser parte de la comunidad de obreros que trabajan por la reconstrucción planetaria, a comenzar por mí, en pro de la creación de comunidades cooperativas en convivencia pacífica, amorosa y feliz, conectadas en acciones de amor. Si quieres saber más sobre mí, me podrás encontrar en Instagram en @viaguilamunoz

Viviana Muñoz

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